Benedicto XVI pide que la Navidad recobre su espíritu tradicional y no se convierta en una fiesta comercial
El mensaje que lanzó ayer el Papa Benedicto XVI desde la ventana de su estudio en la Plaza de San Pedro, tras el rezo del Ángelus fue que se deje de lado los cotillones, las comilonas, los viajes exóticos y que haya menos regalos para que se vuelva a una Navidad más familiar. A su juicio, “la sociedad consumista” contamina la Navidad y los “comportamientos comerciales” distorsionan su significado.
El Papa llegó a esta conclusión tras dar un paseo por Prati, una zona comercial para clases pudientes romanas que rodea el Estado Vaticano y que en estas fechas se viste de luces. Con lo que llevo al Papa a decir “En la sociedad actual basada en el consumo, este periodo navideño sufre una suerte de contaminación comercial que amenaza con alterar el verdadero espíritu, caracterizado por el recogimiento y la sobriedad”.
Las alternativas que ofrece el Papa para reencontrar el sentido de la Navidad, es recuperar “el rezo y la espera vigilante” o “construir un pesebre en casa”, Benedicto XVI dijo que el Belén podría ser un modo sencillo pero eficaz de presentar la fe y transmitirla a nuestros hijos. Recobrar estas tradiciones según el Papa “nos ayuda a entender el secreto de la verdadera Navidad, porque habla de humildad y de la bondad misericordiosa de Cristo, el cual a pesar de ser rico, se hizo pobre para nosotros”
Además de esto como cada tercer domingo de Adviento, numerosos niños de las parroquias romanas le llevaron al Santo Padre su niño Jesús para que el Papa los bendijese.
También aprovecho este día para recordar la necesidad de construir nuevas iglesias en todo el mundo.
Fuente: La Razón digital, ABC y Zenit
Noticia de Marta Chirivella, Sonia García y Amparo Martínez Candado
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